Este crecimiento anormal es causado por una respuesta inflamatoria crónica y está asociado con la exposición prolongada a factores ambientales, como la luz solar intensa, el polvo, el viento y otras irritaciones oculares. Se cree que la exposición a la radiación ultravioleta juega un papel importante en su desarrollo.
Los síntomas del pterigión pueden incluir:
- Enrojecimiento e irritación del ojo.
- Sensación de cuerpo extraño o arenilla en el ojo.
- Lagrimeo excesivo.
- Visión borrosa, especialmente si el pterigión afecta la córnea.
En casos leves, el pterigión puede no requerir tratamiento y solo necesitará observación y medidas para aliviar la irritación ocular, como el uso de lágrimas artificiales. Sin embargo, si el pterigión causa síntomas molestos o afecta la visión debido a su posición cercana al centro de la córnea, el tratamiento puede ser necesario.
El tratamiento del pterigión puede incluir:
- Gotas oculares y lágrimas artificiales para reducir la irritación y la sequedad ocular.
- Medicamentos antiinflamatorios para reducir la inflamación.
- Cirugía: En casos más avanzados o sintomáticos, se puede considerar la extirpación quirúrgica del pterigión y, en algunos casos, se puede cubrir el área con un injerto de tejido para prevenir la recurrencia.
Es importante que cualquier crecimiento anormal en el ojo o síntomas oculares persistentes sean evaluados por un oftalmólogo para obtener un diagnóstico adecuado y recibir el tratamiento más apropiado según el caso.
